Dejar de evadirnos

Dejar de librarnos de nosotros mismos.

No evitarle la incomodidad de mi expresión a nadie robándole así la experiencia en nombre del cuidado.Y dejar de pedir que me protejan de ellos mismos amenizando su comportamiento con un trato que me agrade.

Adentrarme también en la incomodidad de rechazar al otro y no pedirle que cambie para no sentirme así. Porque me molesta,porque no me gusta,porque me pone mal,porque blabla.

Hacernos cargo de una puta vez de nuestra vivencia con toda su intensidad y liberarnos de la interpretación que le puedan dar.

Y si me rechazan, que me usen para que se vean en lugar de entrar a interactuar con aquello que proyectan.

No hemos venido aquí a protegernos.
Hemos venido a recordar que estamos a salvo, y que ni todo el mal del mundo podría apagar la luz que esconde y somos.