Durante mucho tiempo, me generaba mucha frustración esto de aprender a manifestar. Veía como gente hablaba de técnicas para manifestar en 5 días (ponle un año o lo que quieras). Y las estudié, e hice todo lo que había que hacer. Y algunos, como triunfaban, me invitaban a seguir. Y yo que cada vez me sentía más pobre. Igual que antes,pero con menos tiempo.

Yo de mi vida aprendo que no te puedes saltar el proceso. Y veo como hacerlo te precipita a la encarnación de una realidad a veces, imposible de sostener.

Es como construir una casa preciosa pero con bambú para habitar tus proyectos. O construir una catedral.

Ha venido a mí un recuerdo de algo que estudié en el colegio, atención que quizás es de los tres o cuatro que conservo. Me llamó la atención estudiando arquitectura, que las catedrales se construyeran durante generaciones enteras, pasando a veces cientos de años.

No hay riqueza más grande, ni construcción más sólida, que la de vivir tu vida. La vida siempre te alcanza, y solo te pide que estés disponible para ella.

Y es cierto que cuando te abres a recibirla, todo lo que sentías que no pasaba, comienza a expresarse. En ocasiones en 5 días, pero no porque te esfuerces en que así sea, sino porque entras en el ritmo de la vida, donde el tiempo desaparece.

Vivir tu vida construye y es una construcción interna, es un espacio que se abre y predispone para recibir a Dios en todo momento.

No hemos venido aquí a ser alguien. Hemos venido a desaparecer en lo que somos.