De verdad

De verdad, DE VERDAD:

Deja de contarte rollos.

Si no lo haces no lo hagas pero tampoco te engañes con tus excusas.

Acepta que no te atreves, que no quieres cambiar, qué prefieres seguir mal a la posibilidad de estar peor y deja de contarte rollos que te aburren y nos aburren a todos.

Ya sabenos que…

Es muy difícil, no es el momento, no tienes dinero, te faltan títulos,no estás preparada, tu infancia fue dura y tus padres no te apoyaron.

Pero si sigues contándote este cuento, asume que es por miedo a que cambie el punto de vista desde el que te miras y tengas que cambiar.

Y no te juzgues por no atreverte a hacerlo o seguirás inventando historias que avalen tu desconfianza para no sentirte culpable.

Y esas historias se convertirán en los libros que leerás sobre tu vida cada día. Y así te asegurás no haberlo hecho por una buena razón, la de ser víctima de un cuento que dirás ser de otros.

De verdad, DE VERDAD:

Deja de contarte rollos.

Foto: Leyre Lopez de la Paz