Creo en lo crudo,
es más
le rezo,
pero no pidiéndole nada,
sino ofreciendome a ello.
en su pureza,
en esa fragilidad
que irradia fuerza.
Creo en lo crudo,
en lo virgen
en lo que aún le queda.
En lo que se ofrece
y madura en los ojos del otro.
«Crudo es sin cocinar, es virgen, es como cantar a pelo, como
acunar una pena.»