CONTACTO

Ha cambiado mucho en mi, desde el día en el que decidí atreverme a soltarme de todo lo que estaba usando para mantener una idea, forma y conducta de mi misma, donde estaba segura pero bien jodida. Porque esa identidad está condenada, no se puede no sufrir aferrada a ella.

¿Te ha pasado alguna vez que te has visto haciendo algo que creías que no estaba dentro de tu capacidad natural hacer y que te resultara de lo más orgánico y natural hacerlo? Por ejemplo decir que no a algo que normalmente por miedo hubieras aceptado. Y sentir que esa forma de actuar era «más tú» que la «tú misma». Y con más tú me refiero a más coherente con lo que en verdad eres en ese instante.

Seguro que si lo has sentido alguna vez. Pues eso, a eso me refiero. Soltar las ideas y conductas de lo que llamo yo me precipita a una naturalidad en el ser que, si tuviera que ponerle un nombre, diría que «eso soy YO» y que lo otro no es más que un juego macabro que amenaza con matarme si dejo de alimentarlo.

Me estoy dando cuenta de que cada vez que elijo sufrir, la elijo también a ella y que la posibilidad de dar un salto mortal en el aire y abrazarme a mi YO atemporal para caer rodando por el acantilado de lo prohibido, está siempre, SIEMPRE, disponible, abierta de brazos y de piernas para que la penetre con mi voluntad de ser YO misma.

Ahora, ese falso self del que solemos vivir (el limitado, el que sufre, el dramas, el inválido,mediocre…) suele usar tus circunstancias para convencerte de que no lo hagas. Pues si das ese triple salto en el aire, ese self morirá al instante y con él todas las razones para ser quien eras. Por lo que también lo harán muchas de tus relaciones, opciones laborales y circunstancias vitales.

En definitiva todo aquello de lo que te hacías dependiente para quedar limitada y definida. Todo eso deja de tener sentido y de pronto te conviertes en la experta de aquello que antes padecías. Si era falta de autoridad, en la máxima autoridad de tu vida.

Feliz comienzo de año, por más saltos mortales al encuentro de lo que verdaderamente somos 🥂