CONTACTO

Si existe el perdón de Dios. De echo, es lo único que existe.

La culpa es eso que tú has creado para competir con él.No hace más que retrasar lo inevitable: que estás a salvo y que no hay nada malo en ti.

Pero en ese lapso, te sumerges en la creación de un infierno, dónde participas de la idea del mal asumiendo primero en ti su origen y proyectandolo después a todo lo que te rodea.

Si, existe el perdón de Dios. El perdón de Dios asume, por encima de todas las invenciones, la inocencia.

Y no como un acto irresponsable que te libera de sentirte “malo”, sino como el acto de mayor responsabilidad. Hay que tener valor para hacerse cargo de la inocencia de tu propia inocencia y de la del mundo. Es mucho más fácil y atractivo entrar en guerra.