Valor

Hay que tener mucho valor para asumir la propia verdad, porque la identidad no quiere que sigas aquello que te hace crecer. No por maldad,sino por miedo a desaparecer.

A la personalidad le interesa seguir con los mismos y conocidos sucesos que le hacen sentirse como se siente.

Y la propia verdad siempre te lleva más allá de lo conocido. Por eso es un riesgo seguirla, aunque en el fondo es mucho más próspera y liberadora que la película que tu personaje quiere seguir representando.

Por eso,cuando se trata de hacer lo propio,de ganar el dinero que quieres,de entregar eso que sabes que tienes y le da sentido a tu vida, hay que renunciar a todo lo que tú realidad ha creado para que creas que no puedes. Y eso, no es ni más ni menos que a lo que llamas tú.

Porque hemos llegado a pensar que lo que somos es lo que nos limita, esos límites que nos contienen en algo concreto. Como este cuerpo. Mira cuanta gente se ha creído que es su cuerpo. Es así,que lo ilimitado que somos, queda relegado para el día de nuestra muerte.

Que no te pase.

Que no pospongas tu crecer por mantener la casa,los amigos,la pareja,el estatus, la familia que tienes y piensas que te da seguridad.

Que si es así,puedas ver,como soltarse de todo eso no es «abismarse» (caer al abismo),sino la llegada al centro de ti mismo.