Seguridad

Nos resistimos sin cesar a la posibilidad de arriesgar nuestra “seguridad”.

Nos engañamos llenando nuestros discursos de teorías psicológicas, espirituales o de crecimiento personal para dar la impresión de que “no a nosotros”, de que nosotros si arriesgamos, si sabemos. Pero a la mínima que se presenta una circunstancia que requiere de poner en práctica nuestro atrevimiento nos excusamos y victimizamos nuestra incapacidad de entrar en acción colocándonos una vez más en el lugar de niños desvalidos demandando jugar al “juego de los mayores”, el de “la vida real”, dónde hay que pagar un alquiler, facturas y hacer algo de provecho.

Y nos digo, a la mierda ya con ese sistema mediocre de pensamiento. A la mierda con el juego de los mayores, esos cobardes que como nosotros se esconden de sus propios sueños y capacidades en nombre de la “seguridad”.

Yo me muero ya, me rindo, no aguanto ni un segundo más sosteniendo la falacia de la necesidad, de la vida difícil y ardua que nos pidieron crear.

Ya fue.

Y ahora toca contar nuestra historia.

Toca asesinar de una vez, el puto punto de vista común. Y crear el propio. El único con la capacidad de entregarnos alguna verdad.

Arriésgate a perderlo todo o seguirás toda tu vida asegurando nada.

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Si, estoy viendo Vikings. Me vino esta escena porque si habéis visto la serie en este momento Bjorn se juega «la vida» por LA VIDA. Decide irse solo a descubrir cuál es su camino, de qué es capaz.