Mira

Mira, mantenerse en el centro es cada día.
Porque no se puede.
Pero ese cada día hace la oscilación más armónica.

Mira, el centro es un agujero negro: desapareces.
Por eso hacen falta los extremos para tomar forma.

Cada día es darse cuenta de que esa forma no es lo que eres. Que tu eres más «ese agujero negro».
Que sin embargo, aún destinado a ser lo que eres, en esta experiencia se trata de vivir rondándolo.

Eso es un cada día.

Cada día darse cuenta de la órbita,del encuentro, del lugar distal, y sin luchar con que así sea, no tratar de agarrarse al sitio. Dejar que pendule este universo multiforme en torno a la única verdad:

Ese centro. Ese ser que no se deja porque no se nombra. Porque no se puede. Porque no se alcanza. Porque solo es.

Mira, yo te lo cuento sin saberlo.
Y tú lo escuchas sin entenderlo.
Pero mira que bonito que aún así nos amamos. Mira que bonito que amar requiere de toda nuestra ignorancia y no de nuestro conocimiento. Porque amar es como estar en el centro. Amar derrite lo formal, lo disuelve en ese punto medio, en ese misterio que nos (sos)tiene.

Mira.