La vida

La vida está a un nivel de precisión, exigencia e intensidad salvajes.

Se nos pide confianza plena. Se nos requiere comprometidos con la verdad (con la de cada cual). Se nos está regalando el vacío. El más impoluto y radical de los estados. El que te conecta con tu pequeñez si tratas de controlarlo y con tu grandeza si te entregas a desconocerte en él.

Es tiempo de transformación, de pérdida de referentes, dónde hasta el concepto de lo nuevo es tan nuevo que no se entiende.

No hay nada a lo que agarrarse. Tan solo sirve el suelo interno, la intuición y el sentir profundo. Eso tan abstracto es el nuevo abcedario.

Por eso, o fuiste hacia adentro y hora te das sustento o ya estás tardando. No hay NADA que hacer ahí fuera.

Si te está sacudiendo el mundo es porque hay un palacio derrumbándose adentro. Deja de poner las palabras sobre lo otro y atiende el movimiento.

Me conmueve toda una humanidad enfrentándose a consciencia o inconscientemente a la muerte. A la desaparición de la vida tal y como la conoce. Afrontando al fin el mayor miedo, ese transmutado imparable como el fuego.

Feliz fin de ciclo.

***Foto de la sesión que hice con Joaquín G Indie para el libro. Pronto más.