CONTACTO

Poco se habla de la violencia encubierta de estas personas vestidas con el traje de la paz —a veces disociación de la buena— que tienen una frase de repetición para todos tus problemas.

Un día me di cuenta de que quería meterle un puñetazo en la boca a una de esas almas del señor y no entendía por qué generaba un impulso tan violento en mi. Obiamente pude ver que me estaba tocando traumita.

A ver, toda reacción desmedida ante un suceso sencillo toca mierda propia acumulada y está bien saberlo. Pero también esta bien legitimar las ganas de ese puñetazo, porque algo más anda contando.

Me puse a sentir ese odio y me vi soportando al gurú, amigo, madre, profesor, pesade de turno con su frase de libro de autoayuda para tapar su incapacidad de sentir que en verdad no sabía cómo cojones ayudarme o le molestaba mi «problema».

Y ahí me di cuenta de la violencia de estas frases cuando son dichas porque se conocen y no porque procedan.

Normal que me dieran ganas de defenderme con un puñetazo. Total, no creo que le hubiera importado ya que habría convenido (» muahaha» = sonido de risa maléfica).

Así que a veces sucede que lo que más conviene es callarse. Asumir que no se tiene ni idea de como ayudar al otro o que te molesta su problema y dejarle en paz con su dolor. Porque asumir eso, esa ignorancia y esa incomodidad, eso es seguro que si que conviene. Y lo del otro, deja que lo decida él.

* Hoy os traigo un poquito de maléfica que es muy sano. Qué mal vistos estos personajes que son tan honorables pues no van de lo que no son. Hay mucho que aprender de los demonios. Confío más en su saber que en el de angelitos.