En algún momento vas a perder absolutamente todo lo que tienes.

Todo.

En algún momento vas a perder a tus padres, tu relación de pareja, tu casa, perderás también tu cuerpo tal y como es ahora y todas tus pertenencias actuales.

En algún momento vas a perder absolutamente todo lo que tienes.

Eso es seguro.

No es seguro que consigas lo que buscas, pero si que si lo consigues lo acabarás perdiendo.

¿Has mirado ya desde esta perspectiva tu vida?

Desde esta perspectiva, sufrir por no llegar a alcanzarlo o por perderlo no tiene mucho sentido. Como tampoco lo tiene tratar de controlarlo.

Desde esta perspectiva, lo que ahora es dado es un regalo que tan sólo podrá ser disfrutado en la medida en la que aprendas a soltarlo.

Esta es la gran maestría del vivir: Deleitarse al 100% sabiendo que es solo por ahora.

Agradecer la fortuna que mañana perderás. Cuando llega, pero también cuando la dejas ir. Esa es nuestra ganancia: recibir también que perdemos.

*En estos días estoy de cambio por mudanza, centrada en esto y menos presente por aquí.

Mudando también de piel como buena serpiente.

Vuelvo pronto con más.

Te abrazo.