Paradoja

 

Me dijo: «A veces pienso ¿por qué seré tan listo?»

Y yo escuché: «Por qué estaré tan solo».

Me compadecí de él en ese momento, a pesar del daño que me había hecho unos minutos atrás el muy cabrón – Que me había hecho yo a través de él. Ya se que nadie puede hacerme nada si yo no lo permito-

Él, derramando todos sus demonios sobre mi. Una hija incapaz de esperar nada de su padre. Bueno, y de ningún hombre.

Era un daño extraño, como si tocase a la Lucía de hace unos años. Pero no a mi. Podía disociarme y sentir sus palabras demoliendo el mundo de una adolescente demolida. Una cualquiera. No yo. Que ya soy otra cosa.

• ¿Estás aquí?
• ¿Quién?
• Tu misma
• ¿Cuál de todas?
• La que se siente feliz
• Bueno…
• La que se siente libre
• Bueno…
• ¿Estás o no estás?
• Bueno…

No te das cuenta coño. Eres una niña de 27 años acojonada por el mundo de los adultos. ¡Crece de una puta vez! Atrévete a asumir el puto mundo en el que vives como propio. Lo estás creando y aun así te estás quejando. Asúmelo.

• Lo intento. Pero me excuso
• ¿En qué?
• En el otro… en lo complejo…
• No es verdad. No te lo crees. Pero si, lo intentas. Intentas eludir toda tu mierda. Taparla.
• Me jode reconocerme egoísta, inmadura o prepotente… mi soberbia. Me jode aceptar mi rabia… Y al mismo tiempo me excita.
• Todo eso es parte de un programa. No tiene nada que ver contigo. Con la verdad

-Silencio-

Me quise tanto durante unas horas que entendí la paz. Entendí lo que es amar. Amar la vida, amar lo otro, amar sin límites, amar sin condiciones, amar sin amarrar, amar con todo… No es tan complicado. De hecho es lo único que es sencillo. Lo demás es pura ilusión. Fantasía.

Adentrarse hasta el centro y fondo de uno mismo y encontrar(se)

al otro.

Cuanto más sola estoy más acompañada me siento.

#Putaparadoja.