CONTACTO

Nos toca

Esta foto durante un tiempo me generó algo de pudor.

Ahora la amo.

Es como un mensaje que me enviaba desde el pasado para que no olvidara que yo he venido a tocar(me) el coño.

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De pequeña me sentía un poco como un grano en el culo familiar. Creo que es condición del pequeño ser el mimado pero también (el que lo es porque es ) el que más estorba. De alguna forma llega el último a la fiesta y ya todos están embriagados de una vida que no era del todo lo que se esperaban.

El pequeño llega <<full de power>> para mover a tuti, aunque generalmente no en el sentido de lo que agrada (a pesar de la gracia que a veces hace).

Es el que no se entera de que va la vaina y viene incordiando con espontáneos gestos de inocencia incómodos.

Del pequeño no deben pasar las memorias conflictivas de ese árbol (hasta que no se reproduzca). Por eso tiene la pulsión de transformar lo heredado a veces con movimientos que resultan radicales.

Está en último lugar, pero también tiene una vida que comienza. Por ello a veces trata de escalar saltando por encima de posiciones que no le pertenecen.

El pequeño recupera su reino cuando se entrega a su condición, dándole un sentido que le libere de ella.

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He venido a tocarme el coño señores, como veis con las dos manos.Y a entregaros con naturalidad ese gesto de confianza en la vida.Ese que tiene un niño al despatarrarse alegremente en una foto familiar.

Abrirle la cavidad de lo prohibido al sistema.

Derramar la sangre en un río dorado para que se liberen las memorias de mis ancestros.

Arrancar de las fauces del lenguaje las palabras que censuran la inocencia de lo espontáneo.

Y devolverle a mi origen el regalo que me han dado, entregando toda la libertad que nos pertenece.

Disfrutar del segundo nacimiento,
el que se da uno el día en que se acredita para vivir a su manera.

×××

Agradezco a mis raíces familiares por habérmelo dado todo.

Ahora me toca.

(Nos toca).