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Envejecer

Es muy curioso esto que me pasa pero yo quiero envejecer.

Me explico:

Desde muy pequeña he querido ser mayor. Desde siempre crecer y cumplir años para mí ha sido síntoma de salud, de mejora, de un ir hacia lo bueno.Y ahora empiezo a entender. Antes pensaba que era una prisa que se me había quedado de la adolescencia e infancia cuando deseaba tener 18 años como símbolo de libertad.

Ahora me doy cuenta de algo mucho más profundo. Cada año qué pasa me siento más en paz. Un poquito menos ansiosa. Más capaz de sostener la vida. Menos necesitada. Y por tanto si,más libre.Ahora empiezo a ver qué en mi saber interno hay algo que siempre reconoció el crecer como una maduración que trae una vida más plena.Yo quiero envejecer.

Yo soy de las que si quieren llegar a muy vieja. No veo mi vejez con dolores,miedos y nostalgia. Al contrario, la veo como una fase preparatoria para el momento más importante de mi víada, el de mi muerte. Con un camino hecho que seguir irradiando y la calma del que lo ha caminado.

Morir de vieja me parece un regalo. Quizás porque en otras vidas me fui muy rápido. Esa es mi sensación.

La vejez me parece una etapa de una belleza exuberante. Se nos engrandeció la juventud porque vivimos en un mundo inmaduro. En un mundo infantil e irresponsable. Un mundo que teme a su profundo saber.Ese saber que reside en la vejez, no el de las batallitas, sino el de lo posado. Esa presencia vibrante. Esa vida más allá de la vida.

Tuve la suerte de acompañar a mi abuela en su viaje de vuelta a casa. Recuerdo su mirada. Ella no hablaba, a penas respirar era un esfuerzo. Recuerdo la transparencia de unos ojos posados en la pureza de lo vivo.

Llegar a viejos queriendo ser jóvenes debe ser un verdadero dolor. Y un desperdicio de una etapa que si para mí simboliza algo,es justamente la liberación de los aspectos externos de esta experiencia (imagen,objetivos, estabilidad material…).

En este mundo que hemos creado ,nos hemos robado lo maduro, por engrandecer lo nuevo y lo joven.

Me gustaría tener la suerte de crecer en este cuerpo hasta que se vaya solito. Y qué mi alma tenga el regalo de posarse,para volver al hogar con todo el camino recorrido. No tiene por qué ser así,pero reconozco, que para mí crecer es vida. Y qué, aunque no hace falta ser viejo para crecer (de hecho mira cuánta gente llega a edades avanzadas con muy poca madurez) si forma parte de nuestra naturaleza orgánica cumplir así un ciclo. La irrelevancia de la forma que pone de manifiesto un contenido intacto.

Se que es no es necesario llevar a viejo para encarnar esto. Sin embargo, si veo en esa etapa denla vida, un precioso tesoro escondido.