CONTACTO

Cada día soy más sensible a la vedad de que para amar, es decir, para ver la verdad, hay que estar locos.Hacerle la cama al diablo, leerle cuentos y acostarlo por las noches. Salir a la calle donde te tropiezas todos los días a volver a tropezar, solo para volver a salir mañana. Decidir confiar por encima de toda traición aparente. Decirle a la agresión «gracias» y al cumplido «ok». Jugar a decir no donde lo puedas perder todo y decir si donde no se gane nada a cambio. Elegirte bajo cualquier circunstancia, CUALQUIER circunstancia. Si, cuando eres imbécil también. Y no arrodillarse ante ninguna idea, ninguna merece detener la marcha demasiado tiempo. Caminar de la mano de la más absoluta de las ignorancias. Con la única certeza de que tu valor propio, el valor de tu vida, es total, es absoluto y que NADA lo puede mellar. No encontrar razones para no ser feliz incluso cuando sientas la mayor de las desgracias. Darle paso a todo aquel/lo que pasa, por el simple hecho de que pasa: pues pase. Y decir adiós para seguir dándote la bienvenida en mi corazón y hola cada vez que me dé cuenta de que me he olvidado de que estás aquí. Dar las gracias sin venir a cuento. Y meterse en líos solo porque se puede.Si de verdad me amo, tendré que asumir por completo está locura.