CONTACTO

¿Tú sabes que cuando escribo, no suelo pensar en ti?

No. No pienso en ti. Trato de no hacerlo.

Mis ideas sobre ti son tan falsas que estaría suponiendo un montón de mentiras para poder hablarte.Sería una perdida para ambos.

No pretendo escribirte nunca. A veces quizás se me escapa y te tenga en cuenta. Es una pena, porque esas veces te doy por sentado y me corto la lengua —o más bien el pulgar y el índice— para ser alguien para ti. En lugar de simplemente ser lo que soy,que es lo único con el potencial de aportar algo.

En el momento en el que pienso en ti, pesa más mi historia que tú, que yo y que nuestra capacidad de crecer juntos.

Cuanto menos me importas, más amor hay en lo que doy y menos miedo.

Así que no, no pienso en ti. Me vínculo a ti a través del arriesgado gesto de no pensarte, sin olvidar el deseo de que por ello mismo, pueda servirte. Y eso me hace centrarme más y más aún en no tenerte en cuenta para hablarte. En hacerme a un lado para que lo que te cuente, esté lo más libre posible de mis ideas sobre ti —que son mis ideas sobre mi— y pueda hacernos descubrir algo nuevo. Para que lo uses como quieras.

*En el momento en el que tienes en cuenta al otro para crear, dejas de crear para repetir (volver a contar aquello que piensas) y es así como la personalidad toma más importancia que lo que se quiere expresar a través tuyo.*