Que sea sensible no implica que me tengas que tratar como a una niña. Ni que me tengas que porteger o privar de nada. No es un límite queridi, es un súper poder.
Quizás te incomode a donde te pueda llevar mi sensibilidad, lo profundo que te invite a ir y la honestidad que te lleve a afrontar. Pero cada vez que actúas como si mi sensibilidad fuera un impedimento, es a ti a quien te proteges y privas de ella, no a mí usándola como excusa para cambiar de tema.
Soy sensible, no idiota. No me vengas con «chica que sensible eres,no se te puede decir nada». Me lo puedes decir todo, aunque eso no implica que yo te vaya a negar el eco que eso tiene en mi. Mi sensibilidad no miente, pilla en crudo todos los colores. Colores que porque tú no veas, no implica que yo no los sienta.
Si quieres mi sensibilidad, usala como unas lentes de visión nocturna. Y deja de ponerme de excusa ( si con todo lo que siento no me he muerto,imagina lo fuerte que me ha hecho).
Si no la quieres, adelante, trátame de débil, júzgala y mírala como un problema, pero que sepas que al evitarla, solo te proteges a ti de tu propio sentido sensible de percibir la vida. A mi, me llega todo igual.