Esta noche he soñado que era Neo. Volaba por los aires esquivando dagas voladoras. Pero la sensación no era de poder, era de miedo. Estaba aterrada. Pensaba «lo malo de saber luchas es que me toca hacerlo». Me sorprendía en el propio sueño sintiéndome tan cansada siendo el mismo Neo. La responsabilidad de hacer todo eso me pesaba. Mi deseo era entregarme. En el sueño encuentro una gruta,me vuelo por ella y me escondo. Pienso «si me encuentran se acabó, pero sabes que te digo, que vale, que me pillen, que se acabe».

Siempre he pensado que en una guerra yo llegado un punto me entregaría. Y así soy, tengo mucha voluntad de atravesar lo que haga falta pero al final lo único que me permite trascenderlo es rendirme. Entregarme a eso contra lo que lucho siempre ha supuesto ganar. Porque de manera inmediata deja de haber enemigo.

Me gusta el simbolismo de este sueño. Porque vivir con el compromiso de desvelar esta matrix no implica vivir luchando. Uno puede rendirse a sus mecanismo cuando sabe que en verdad no tienen el poder de hacerle nada. «Que se acabe, que me pillen» es como decir: » Venga vale, gana,si mi libertad no depende de ello».