Tengo la cualidad de entrar en lugares a los que la mayoría de gente no quiere entrar. Tengo la predisposición de hacerlo hasta el hueso, y si hace falta en varias rondas. Hasta hace muy poco lo sentía como una condena, ahora me doy cuenta de que es una responsabilidad, entrar ahí, hasta el fondo, hacer mi trabajo y darlo. Darlo porque es de lo que más tengo.Acompañar a otros a bajar a sus propios infiernos, habiendo pulido yo mis piedras antes en ellos. Soy como esas olas del mar que se dirigen siempre hacia las mismas rocas, hasta que las hacen suaves. Después de tantas embestidas, la calma llega cargada de ligereza, pero una ligereza que sabe de las profundidades.Mi crecimiento y mi aprendizaje es así. Yo no te voy a dar nada que no haya mirado en mi. Y si lo hago, será porque me da miedo mostrar mi ignorancia, (me) pido disculpas por todas las veces en las que por no asumir que no sé, hago como si algo. Y agradezco la valentía que tengo para adentrarme con honestidad en mi propia vida y desde lo que soy entregarlo sin pretensiones.